Puede que la mayoría de nosotros usemos la función “repetición de alarma” del despertador del móvil a lo largo de nuestra vida. Pese a que esta acción pueda parecer inofensiva, puede que no sea así. En primer lugar, es importante que sepamos por qué utilizamos este botón. Muchas veces se trata de una costumbre, pero a menudo puede ser síntoma de un problema importante con el sueño. Está demostrado que dormir mal está relacionado con numerosos trastornos de la salud, entre ellos la hipertensión, problemas de memoria o control de peso.
Cuando estamos cansados y suena la alarma, ¿sirve de algo utilizar el botón de repetición? Pese a que aún no hay estudios científicos que aborden esta cuestión, la respuesta probablemente sea que no. Nuestro reloj biológico natural regula las funciones mediante los ritmos circadianos, como se denominan los cambios físicos, mentales y de comportamiento que siguen un ciclo diario.
Los adultos necesitan aproximadamente entre siete y media y ocho horas diarias de buen sueño. Cada noche solemos pasar de manera cíclica de los tres estados NO REM al sueño REM entre cuatro y seis veces. Durante la primera parte de esta, predomina el sueño profundo NO REM, mientras que la última consiste sobre todo en sueño REM. Mantener esta estructura bien definida es fundamental para un buen sueño reparador, ya que si este proceso se altera, por la mañana nos despertaremos sintiéndonos aún cansados.
En los ciclos del sueño pueden influir diversos factores. Por ejemplo, si una persona ronca o tiene apnea del sueño, afectará a las secuencias normales y hará que se despierte con sensación de no haber descansado. También el uso de dispositivos electrónicos, el consumo de tabaco o alcohol a última hora de la tarde o una cena copiosa poco antes de irnos a dormir pueden mermar la calidad del sueño.
El uso del botón de repetición de alarma suele empezar en la adolescencia, cuando tenemos ganas de trasnochar y levantarnos tarde por la mañana. Sin embargo, retrasar diez minutos el momento de salir de la cama pulsando el botón de repetición de alarma no nos va a proporcionar más sueño reparador. Parece por tanto, que vale más poner la alarma a una hora determinada y levantarse en el momento en el que suena.
