Estamos inmersos en pleno verano, lo que conlleva unas altas temperaturas. Este calor que estamos soportando está provocando que haya mucha gente que presente dificultades para conciliar el sueño y por lo tanto que no descansen con los continuos despertares que esto conlleva.
Médicos consultados indican que el número de pacientes que llegan a la consulta con fatiga o cansancio debido al calor, ha incrementado estos días. Las altas temperaturas provocan deshidratación, dificultad en el descanso nocturno, irritabilidad, mala regulación de la temperatura corporal y descompensaciones en pacientes crónicos y personas más frágiles. Los médicos señalan que el sueño es necesario para mantener un buen estado físico y mental, pero debido a que las mínimas nocturnas no bajan de los 20 grados centígrados, se dan más casos de insomnio nocturno.
Existen una serie de consejos a seguir para evitar esta situación, como por ejemplo no dormir siestas que sobrepasen los 20 minutos; no leer o ver tele en la cama; darse un baño con agua templada antes de acostarse (no una ducha fría, para no contrastar con el calor del exterior); cenar ligero con alimentos ricos en agua y sales minerales, sin alcohol o café, y procurar acostarse y levantarse a una hora similar. Tomar un vaso de leche por la noche también puede venir bien, porque la leche, al igual que ocurre con la tila o la valeriana, contiene triptófano que ayuda a la relajación. También es recomendable dormir de lado y con prendas holgadas. Si bien irse a dormir y dejar el aire acondicionado encendido no es malo, sí lo es ponerlo a una temperatura demasiado baja toda la noche. Por ello, es recomendable programarlo sólo para unas horas y así evitar sufrir problemas respiratorios, faringitis o dolor muscular por exceso de frío.
Fuente: Diario de Córdoba