Aprende a descansar por la noche
Publicado en 25/07/2017 in Noticias
¿Te levantas de la cama y parece que no has descansado? Son muchas las personas que no logran un descanso verdaderamente reparador, lo que repercute en el rendimiento del resto del día. Y es que no siempre es fácil conseguir un sueño de calidad. Aquí te aportamos algunos pequeños trucos.
Desde NOVO SUEÑO apuntamos; tras muchos años en el sector del descanso. “Nuestra musculatura debe relajarse lo suficiente para aprovechar al máximo las horas de sueño. La actividad diaria, las tensiones a las que nos sometemos, pueden hacer que aparezcan dolores musculares y articulares que nos quitan el descanso”.
- Antes de acostarte, desperézate con los brazos. Esto se puede realizar sentado o de pie. En este último caso, se pueden estirar más las piernas. Hay que respirar mientras se alargan las manos y los codos con intensidad. Aunque no se tengan ganas, procura desperezarte y dejar que los bostezos se vayan liberando de forma natural.
- Es bueno tumbarse y, estando boca arriba volver a estirarse y desperezarse de forma suave, tratando de realizar diferentes posiciones que ayuden a desentumecer todas las articulaciones. Después gira la cintura suavemente, girando las piernas hacia un lado y el tronco hacia el otro. Repetir lo mismo hacia el otro lado.
- Acomódate boca arriba y dedica unos segundos a sentir todo el peso del cuerpo, en especial el del cráneo y toda la musculatura de la cara. En el rostro se acumulan muchas tensiones, sobre todo en la frente y en la mandíbula.
- Abrir la boca intensamente y coger aire a la vez. Esta vez sí que se intentará que surja un bostezo, aprovechándolo al máximo para destensar la mandíbula, la musculatura cervical y la base del cráneo.
- Desde aquí se puede terminar esta preparación anterior al sueño, con unas cuantas respiraciones diafragmáticas. Se trata de dirigir el aire hacia la zona abdominal y dejar que el aire salga libremente. De esta forma se relajan los planos musculares más profundos y se puede llegar a una total relajación. Por ello las respiraciones no deben resultar nunca angustiantes, ni suponer un gran esfuerzo.