Las altas temperaturas, estar preocupado o manejar el teléfono móvil o la tablet antes de acostarse, suelen estar entre los principales motivos que nos impiden pegar ojo. La luminosidad de las pantallas afecta al nivel de la secreción de melatonina, que es la hormona del sueño e impide dormir a la persona. El calor, lo que provoca es la búsqueda de posturas extrañas y en muchos casos incómodas para aliviarlo, y por tanto el cuerpo no descansa. No es recomendable tampoco la ingesta de cenas copiosas, ya que hacen que el cuerpo se comporte como un horno.
Algunas recomendaciones a seguir son: poner en modo avión sus dispositivos móviles, mantener la temperatura de la habitación entre 20ºC y 22ºC y evitar el consumo de alcohol y cafeína, además de no realizar ejercicio físico justo antes de acostarse.
En caso de que tenga que dormir en un hotel, se puede suplementar una almohada baja con un par de toallas dobladas para levantar la cabeza lo suficiente. Para evitar los dolores de cuello, se recomienda disponer de un cojín debajo de cada brazo. Además, dependiendo de si se duerme de lado o boca arriba, se necesita una almohada diferente. Si duerme boca arriba, una almohada baja que se adapte a su nuca será suficiente, mientras que si duerme de lado, la almohada debe ser más alta.
Si además a la hora de levantarse, es de los que necesita programar varios despertadores, se recomienda despertarse todos los días a la misma hora, incluyendo los fines de semana y días de vacaciones. De este modo, el cuerpo es quien actuará como despertador. Para una buena higiene del sueño es importante levantarse todos los días a la misma hora. Aquellos que están acostumbrados a quedarse 10 minutos (o más) después de haber sonado la primera alarma, se levantan mucho más cansadas que si lo hicieran inmediatamente, debido a que en ese mismo instante interrumpen el ciclo natural del sueño-vigilia.
Fuente: El País